Estas navidades las he pasado en una finca en mitad del campo, a pleno SOL cordobés, en familia. Han sido estupendas, la verdad.
En la casa éramos unos doce; mis hermanas invitaron a sus respectivos novios (yo al mío también) y aparte de estudiar (y aquí voy a hacer un parón para darle la enorme enhorabuena al "magnífico" Plan Bolonia, gracias al cual la mayoría de universitarios tenemos que estudiar en vacaciones en vez de descansar y estar con la familia. Apostaría por una efectividad NULA del sistema si esto no incluyera a mis propios exámenes en la apuesta...), pues eso, que aparte de estudiar también hemos jugado al ping pong, al bádminton, a los dardos, al mus y, si llega a hacer unos pocos grados más, nos metíamos de lleno en la piscina...
Más lo que nos encontramos durante los paseos...
Por ser un poco posh tomaba el té con galletas caseras en esta vajilla, que es la de la boda de mi madre y me encanta.
Y para despedir el año, tomamos la mejor cena ¡y bailamos hasta las tres de la mañana!
Que sea un buen 2012!
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